Que nos rechacen de un proceso de selección pega y a veces más de lo que nos gustaría. A veces salimos de la entrevista sabiendo que metimos los cuatro pies y otras veces creemos que íbamos a salir vencedores. En cualquiera de los casos, duele.

Salgamos victoriosos de los procesos de selección aunque no nos contraten. Estás son algunas maneras de hacerlo:

Pide retroalimentación: no pierdes nada, puede que te la den y esto te ayudará a entender cuál pudo ser el factor que te permita mejorar para la siguiente entrevista.

Deja las puertas abiertas: los gerentes y reclutadores pueden reconocer que eres un buen perfil para la compañía, pero que quizás la vacante no es la más adecuada. Es común que te consideren para futuras vacantes.

Piensa en abundancia: habrá más entrevistas y procesos de selección. De cosas más difíciles hemos salido y esta no será la excepción.

¿Hay algo que hayas aprendido de un proceso de selección?